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5 ERRORES A EVITAR CUANDO CONDUCIMOS EN NIEVE

Ha llegado el frío a nuestro país y, en muchas poblaciones, están a punto de recibir las primeras nevadas del año. Cada invierno, las autoridades nos explican cómo conducir en situaciones climáticas extremas, pero aún así continuamos cometiendo errores que pueden ser peligrosos para nuestra seguridad vial y que podrían evitarse fácilmente. Os hemos preparado una lista para que este invierno podáis conducir de manera segura por las carreteras de nuestro país.





1.    Pensar que tu 4x4 te hace invencible.

Es evidente que los vehículos con tracción en las cuatro ruedas funcionan mejor en condiciones de conducción de nieve y hielo, la tecnología puede ser contraproducente. La mayor tracción del vehículo no supone que se pueda correr por una carretera nevada a toda velocidad: no vas a poder frenar de forma suficiente. 



2.    No estar preparado. 

Muchos conductores bajan la guardia y quedan atrapados por la nieve en invierno. De hecho, el día más peligroso para conducir es el día después de la primera tormenta de nieve. Los conductores no han preparado sus coches para el clima invernal y, probablemente, han olvidado las técnicas de conducción en este tipo de climatología. Para preparar tu coche para el invierno, comprueba que cada uno de los neumáticos tienen las pulgadas suficientes en las rodaduras. Los neumáticos regulares se comportan de manera correcta en nieve, pero si vivimos en zonas en las que la nieve va a ser una constante durante todo el invierno, es mejor comprar unos neumáticos adecuados. Controle sus niveles de anticongelante y energía de la batería. Por lo que al interior del coche se refiere, es clave comprar una pala de nieve, una linterna y un raspador de nieve.



3.    Conducir pegado al coche de delante.

Muchas personas sin experiencia en la conducción en nieve tienen el mal hábito de acercarse demasiado al coche que tienen delante. Al igual que conducir demasiado rápido, esta acción disminuye el tiempo de reacción y si hay un problema con el vehículo que va delante y hay que frenar de repente.  Se recomienda mantener el doble o triple de la distancia normal entre coches, dándose una distancia mínima de frenado de seis segundos. Dicho de otra manera, por cada 16 kph, debes mantener una distancia correspondiente a cuatro vehículos. A 30 kph, la distancia deberá ser correspondiente a doce coches entre un vehículo y otro. 

Es importante estar pendiente de los semáforos, de las señales y las curvas de la carretera para anticiparnos lo suficiente y poder frenar correctamente. 



4.    Pegar un frenazo.

Cuando los neumáticos comienzan a resbalar, es fácil entrar en pánico y frenar bruscamente. No lo hagas, ya que esto elimina la tracción de los neumáticos; la capacidad para controlar el vehículo será nula. Cuando has perdido la tracción un golpe de freno no va a cambiar la situación. Lo que debemos hacer es soltar el acelerador y dejar que el coche disminuya de velocidad siguiendo la propia inercia. Si el neumático está en movimiento es que aún hay tracción, aprovéchala.



5.    Conducir demasiado deprisa.  

Conducir demasiado rápido es el error más grave en la conducción en nieve. Los conductores tienen la mala costumbre de pensar que una vez que han llegado a una carretera sin nieve, pueden conducir a la velocidad habitual. Están equivocados. Debemos reducir la velocidad teniendo en cuenta la temperatura exterior: cuando esta se acerca a grados de congelación.

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